Last day — La vida

Andres Soto
2 min readMay 16, 2021

Dos pequeños textos. El primero una celebración a la añorada paz de Colombia, escrita poco después de la firma de los acuerdos. El segundo una breve protesta existencial.

Last day (2016)

Last day, we lived the last day of war. Last day, many weapons had their last day. Last day, the promise of a better tomorrow was made. Last day, no so many people noticed that it was the first of the days, the first without unfair blood, without tears of a horrific desolation, with peace. None here knows what is peace, what is the meaning of one day without the sadness of the conflict. As Jotamario Arbeláez said: “(…) One day, if after the war there is one day, if after the war I have arms (brazos), I will make love with love”. Last day we started to make love with love. The last day, the first of our days.

La vida (2017)

21 años, de un 12 del 11, desde el 96, hasta el 17. En algún punto, que no recuerdo, los años se empezaron a escribir con el 2. Seguramente los sueños de muchos estaban desbordados el día anterior. Pero por ahí, en esos primeros días, tengo el primer recuerdo, el que todos tienen, el que todos tendrán, más cuando se es demasiado pequeño. Aunque bueno, siempre se es demasiado, en mi caso era demasiado pequeño. Primer día de colegio, y de ahí 12 años sin parar; es decir, ya voy por la mitad. De esa docena, muchas y pocas cosas, ¿por qué será que añoramos tanto esos días de estudio?, ciertamente son detestables, somos autoritarios desde el momento que nos matriculan, ¿alguna vez le han preguntado qué quiere aprender hoy?, sería lindo, no habría respuesta en este mundo, pero es porque en éste es en el que somos autoritarios. En fin, la homogeneidad que se quería impartir, la alteridad que se agotaba, los que se creen por encima, que después se caían de tan alto, todo, todo, terrible forma la que hemos creado, pues ya nos crea a nosotros, y ese ciclo maldito ya nos jodió. Pero bueno, volveré en lo que estaba. Después de tan lindo pasaje, llegó la libertad, o bueno, el país a quien le pertenece –linda ironía ésta–, crecí en otra parte, en la ciudad de los ángeles, donde nací no podía crecer, aquí soy parte de algo, allá soy sólo alguien más. Eso, antes que desolador, es una ventaja. Formado en valentía y carácter, volví al círculo, a la pertenencia, por razones filantrópicas; lo que implica, que soy individualista exacerbado y un utilitario de la raza más salvaje, pero gracias a la divina providencia, o a la divina ciencia, a mi interés le atrae el interés abstracto e inexistente de “la sociedad”. Palabra rara, seguramente del latín, y antes de éste, de algún loco versado que aprendió a sumar. Y ahí voy, cansado, maltrecho, vigoroso, enérgico, agobiado, desesperado, enamorado y solitario. Cinco años universitarios, cuatro hoy, mañana uno más. Un poco más sabio, un poco más tonto e ignorante. “Tout est une question de perspective”.

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Andres Soto

Got a job thanks to Gauss. Love solving tough problems. Long term interest in Machine Learning, Political Philosophy, Russian literature and Economics.